Despacio.Nunca es demasiado tarde, nunca un texto es demasiado largo, nunca hay demasiada prisa.
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domingo, 10 de marzo de 2013

Críticas en cadena.

Mi curso es un buen curso. Es ése en el que se respira la buena convivencia, el buen humor, se oyen las numerosas risas y todo parece estar bien. Todos se hablan con todos y la confianza está a nuestro favor.
Pero siempre hay alguien que empieza por la primera crítica y un ejército de personas (y de más críticas) que le siguen. En lugar de ser críticas constructivas, destruyen; pero tú lo único que alcanzas a saber es que no estás conforme con el mundo y que tal vez, con un par de crueles palabras a la espalda, consigas aliviarte por el día de hoy.
Sin embargo siempre hay alguien que escucha y, de una manera o de otra, a los oídos de la persona afectada llega ese rumor.
Sus amigos le han traicionado, aunque sólo sea un poco, duele. Y personas con las que apenas diría haber hablado también escupieron lo que no debían.
Y así víctima tras víctima. Cuando gira la cabeza todos critican su forma de ser, su físico, sus acciones, sus movimientos. Uno por uno, nadie logra salvarse.
El próximo perjudicado enterado de ello, cargará todo su odio contra otra persona, y otros muchos le seguirán. Y así continuará todo, en una cadena constante que ya no podemos parar.
Pero esta oscuridad no está presente cuando, a pesar de esto, hablamos, estudiamos, nos ayudamos, salimos y reímos juntos.
Supongo que criticar a las espaldas es un asunto que, a estas alturas, ya no podemos evitar.